Gota caminaba por el campo, feliz como siempre. Disfrutando de un maravilloso día de primavera recién estrenada; cuando de repente un peludo animalito se acercó a ella.
Era un conejito, confiado y alegre igual que ella. Como Gota no duda en intentar hacerse amiga de tod el mundo en seguida se acercó a el y chantajeandolo con un poco de hierbita consiguió hacer buenas migas.
Y para muestra aquí teneis estas fotos de mi pequerrecha feliz.